La nueva Ley de Movilidad Humana establece puntos tanto positivos como negativos para a la protección de derechos de los migrantes. Por un lado, permite que un extranjero permanezca en el país en calidad de turista pos 180 días. Anteriormente, este plazo era solo de 90, por lo que actualmente migrantes como los cubanos tendrán más tiempo de realizar trámites para su regularización.

Asimismo, la nueva Ley pone dentro de sus principios a la Ciudadanía Universal. Esta no existía en la normativa anterior dado que había sido formulada antes de la redacción y aprobación de la última Constitución. Sin embargo, de acuerdo a Belén Aguinaga, abogada de algunos cubanos deportados, esto no garantiza que se respeten los derechos de los migrantes, “es carta muerta. La Ciudadanía Universal existía en la Constitución y aún así los cubanos fueron deportados”.

La nueva normativa mantiene la solicitud de visa a once países, entre ellos Cuba. Por lo tanto, los cubanos no tendrán la posibilidad de entrar libremente al Ecuador.

Además, las causales para la deportación de un extranjero que resida en Ecuador aumentaron. Anteriormente, existían tres razones para deportarlo: si había ingresado al país sin pasar por control migratorio, si había tenido una sentencia por delitos penales o si era un “delincuente común” que no pudiera ser juzgados en el país.

Ahora, un migrante puede ser enviado a su país de origen por ocho razones. Según Aguinaga, el problema principal no el número mayor de causales, sino que están escritas “para que la autoridad pueda interpretarlas como quiera según cada situación”, y esto puede llevar a un mayor número de expulsiones.

Por otro lado, de acuerdo a Javier Arcentales, abogado experto en migración y defensor de algunos cubanos deportados, la nueva ley “permite arbitrariedades más grandes” en el proceso de deportación. El Art. 20 del reglamento anterior daba potestad a los jueces de decidir si una persona debía ser deportada o no. Ahora, la misma autoridad de control migratorio hace la inspección y decide la deportación. “Eso es terrible porque la misma autoridad es juez y parte”, comenta.

Si los cubanos hubiesen estado amparados por la misma, según Arcentales “ni siquiera habrían tenido posibilidad de pasar por procesos individualizados a través de jueces, sino todo lo habría podido decidir el Ministerio del Interior, quizás en 48 horas ya habrían estado deportados”.

Aún así, Aguinaga aplaude la búsqueda de protección de derechos de la nueva ley. Mientras la anterior solamente preveía en qué casos se debía deportar o negar la visa a los extranjeros, la Ley de Movilidad exige el cumplimiento de los derechos de los extranjeros. Entre ellos, se encuentran: el derecho a solicitar una condición migratoria y a la igualdad de condiciones.

Sin embargo, otro tipo de derechos, como a la salud, al trabajo y a la seguridad social, están reservados solamente a aquellos que residan en Ecuador. “Esto es una discriminación enorme”, comenta Aguinaga, pues no se puede privar de derechos a una persona por su condición migratoria, sobretodo si tomamos en cuenta que quienes migran están expuestos a mayores inseguridades, por lo que necesitan una mayor protección.